En la actualidad se asocia la literatura ilustrada con material elaborado para niños, herramientas necesarias para transmitir de forma afable conocimientos, ideas o valores necesarios en la formación inicial como individuos. Con la ayuda de este tipo de instrumentos se busca despertar el interés por la lectura, desarrollar el intelecto y ejercitar la imaginación. Se piensa que conforme las personas aprenden a leer y crecen, la imagen se vuelve secundaria; tanto padres como profesores inducen a los estudiantes a abandonar libros con gráficos, pues los relacionan con publicaciones de escasa formalidad. Sin embargo, hoy en día los jóvenes adoptan nuevas tendencias al hablar, pensar, actuar o leer. Sin bien a finales del siglo XX, el cine, las revistas o la televisión marcaban modas en el comportamiento, en los últimos 12 años estás formas se agudizan, desaparecen o cambian constantemente. Los juguetes, revistas o la cantidad de canales y caricaturas que consumen niños hoy en día, los inclinan a tener una vida adulta con gustos distintos a los de hace escasos años atrás. Es evidente observar en la actualidad a estudiantes de preparatoria con afinidad por los videojuegos o programas televisivos, que en otro momento pudieron haber sido destinados para un público con menor edad.
Existe variedad de literatura para jóvenes; desde las que abordan temas como moda, sexualidad y eventos sociales, hasta los que están basados en música, cine y cuestiones de índole sociocultural. Todos con colores, tipografía e ilustraciones variadas, formas que en ocasiones guardan poca relación entre sí.
La importancia que se otorga a las publicaciones es limitada, muchos libros, revistas o manifestaciones impresas para jóvenes son simples recopilaciones de imágenes recicladas o extraídas al azar que tienen más un fin comercial que de calidad; esto aunado a la segregación que se le da a este tipo de literatura.
El trabajo de psicólogos, pedagogos, escritores e ilustradores se ha manifestado en los últimos años a favor de la elaboración de material de calidad, enfatizando la selección de las imágenes a utilizar, además del formato, encuadernación, tipografía y todos aquellos elementos que desarrollen el sentido estético de la obra. Aunque la labor ha crecido, las investigaciones, por lo general, tienen como objeto de estudio la primera etapa de la vida: la infancia.
Es menester atender las formas que buscan los jóvenes, aquellas con las cuales se sienten identificados, o por las cuales se interesan más. Si el objetivo de un texto es lograr la comunicación o comprensión, es conveniente conocer los medios para conseguirlo. Conocer los factores que intervienen en los gustos de los lectores, permitiría llegar con éxito a su asentimiento.
En clases con estudiantes de sexto semestre de preparatoria en la Universidad del Valle de México campus Tuxtla, se ha observado que prefieren textos con ilustraciones, muestran apatía por los que carecen de ellos. Las actividades de lectura se llevan a cabo de forma efectiva si un gráfico refuerza, amplía o sencillamente acompaña la información.
Sean razones de espacio, o el tiempo en el que se han formado, lo evidente es que los estudiantes prefieren las ilustraciones en la literatura que consumen. Las formas y mecanismos relacionados con el momento que viven influyen notablemente en sus gustos; se vuelve necesario investigar la ilustración digital como recurso básico en la literatura actual de los jóvenes y si ésta favorece el gusto de los mismos por la lectura. Es preciso entonces resolver la pregunta ¿Podría ser un libro-álbum de cuentos hecho especialmente para esta edad aprovechado y acogido por los mismos?